Desde el advenimiento de la democracia, tuve la oportunidad de proponer un diseño argentino para nuestro Bastón de Mando Presidencial, como alternativa al que desde los primeros tiempos políticos, empuñaba cada uno de nuestros presidentes. Es un símbolo, pero su sentido es el que nos merecemos los argentinos:
La plata, como metal noble, dúctil y de nuestro suelo, emparentada desde su origen con nuestro nombre “Argentum”.
El cardo, una flor bien federal, que aunque no sea nuestra flor nacional, es la que crece y florece al costado de los miles de kilómetros argentinos y representa a todas las provincias.
El urunday, madera incorruptible, que no necesita pulidos porque brilla por si sola, además de ser la que viste los cuadros de los campos argentinos.
Todo eso vi en la figura de un presidente, mucho más que poder o mando.
Quiero invitarlos a ser nuevamente parte de este sueño colectivo que nos unió en 1983 y sigue vivo.
Dondequiera que se encuentren, estos son los colores que llevarán por siempre en el corazón. Esta es la tierra que los cobija y si se han ido, la que los espera con los brazos abiertos, o a la que tal vez vuelvan sus hijos o sus nietos.
Los invito a soñar con una Argentina grande y a ser parte de ella. Dejen su fuerza y energía para que Argentina siga en pie.
Juan Carlos Pallarols.